martes, 1 de julio de 2014

Sentencias de Sabiduría del Talmud




El Talmud o Ley Oral del pueblo de Israel es el recipiente que contiene toda su historia y leyenda, pero también toda su sabiduría y filosofía, fue completado hace unos 1500 años. El Talmud lo componen la Mishna que es la tradición oral, Mishná en hebreo significa repetición y es la parte esencial del texto, se basa en las enseñanzas y tradiciones desde Moisés hasta Rabi Yehuda HaNasi y la Gemará que significa finalización es un compendio de análisis y comentarios rabínicos que juntas completan el Talmud. El Talmud está considerado como un texto vivo que desafía la fibra intelectual de sus estudiantes. En la Edad Media, el Talmud fue quemado, prohibido, otras veces censurado. Considerado como la columna vertebral de la cultura hebrea se pensó que al destruirlo la tradición desaparecería. Evidentemente no solo estas intenciones no tuvieron el efecto deseado sino que ha llegado a nuestros días fortalecido como herramienta de estudio en las escuelas judías de todo el mundo.
De estas referencias han sido extraídas las sentencias de sabiduría que a continuación se exponen y que forman un pequeño manual de ayuda para afrontar algunas de las situaciones que nos plantean la vida y nuestras relaciones a diario.

Sentencias de Sabiduría extraídas del Talmud

  • Juzgaté por tus actos, no por tus palabras.
  • Cuantos menos méritos tenga una persona, mas necesidad tendrá de proclamarlos a los cuatro vientos.
  • Quién me pide más de lo que yo mismo puedo ofrecer, merece ser rechazado.
  • Cuidado con las apariencias, nada es lo que parece.
  • Aunque del castillo solo queden las ruinas, se sigue llamando castillo. Por mucha altura que alcance un estercolero, nunca dejará de ser lo que es.
  • Aquel que depende de la mesa de otro vive en un mundo de oscuridad.
  • El hombre se debe oponer tanto a recibir limosna como a ser una carga para los demás.
  • El hombre que vive a costa de los demás, ya sea de su padre, o su madre, o de sus hijos, no consigue nunca llegar a sentir la satisfacción que le procuraría su propio esfuerzo.
  • Vive placenteramente disfrutando mientras vivas de la riqueza que poseas, ya que si lo piensas bien: ¿Cuanto te va a durar? La vida es breve y la muerte segura. ¡Que mas te da a ti que tus herederos reciban un poco menos o un poco más! Ni siquiera sabes como lo van a valorar ellos, ni si van a hacer buen uso o van a despilfarrar esa fortuna.
  • Enseña a tu lengua a decir: “No sé”.
  • Que se guarden tus labios de pronunciar una palabra impropia.
  • Antes que avergonzar a alguien públicamente, mejor ser lanzado a las llamas.
  • Evitad los conflictos con vuestro vecino.
  • Sobre la lengua, cuando se emplea para algo bueno no hay nada mejor y cuando se emplea para algo malo, no hay nada peor.
  • Al hombre se le conocen por sus frutos y por sus acciones.
  • Al que alberga celos en el corazón se le pudren los huesos.
  • Escucha a sesenta consejeros, pero que tu propia convicción sea tu guía.
  • Acostúmbrate a recibir a todo el mundo con un semblante agradable
  • El hombre ve todos los defectos menos los propios.
  • No acuses a los demás de tus propios fallos.
  • El que echa la culpa a los demás está lleno de culpa, y el fallo que critica en los demás se puede ver en él mismo.
  • No te cargues con peso mayor del que puedas soportar.
  • Si se te atribuye alguna culpabilidad, sé el primero en declararla.
  • Vete a dormir sin cenar con tal de levantarte sin deudas.
  • La dignidad no consiste en vestirse de seda.
  • Es rico quien disfruta de lo que posee.
  • La riqueza puede resultar como aguas acumuladas en una casa, las cuales al no hallar una salida, acaban ahogando al amo.
  • La fortuna de este mundo es como una noria con dos cubos: el lleno se vacía y el vacío se llena.
  • Un anciano en casa es una molestia. Una anciana en casa es un tesoro.
  • Un precepto con ejemplo genera ejemplo.
  • Observa tus propios actos para que tu comportamiento pueda constituir un ejemplo para el prójimo durante toda la vida.
  • Primero corrígete a ti mismo y luego a los demás.
  • El entrometido mete la cuchara en todos los pucheros.
  • El envidioso frunce el ceño cuando su vecino está alegre
  • El que busca la fama la suele perder.
  • Quien se finja enfermo para despertar la compasión en los demás acabará padeciendo lo que finje.
  • El habla es el mensajero del corazón.
  • Si enfurecido con una mano apartas de ti a tu esposa o a un hijo, que la otra mano los haga regresar a tu corazón.
  • Encontrar las parejas perfectas para un matrimonio es tan difícil como lo fue separar las aguas del Mar Rojo.
  • Todo está predestinado desde el Cielo. Todo está predeterminado por la divina providencia pero al hombre se le da libertad de elección.
  • Regula tu voluntad de acuerdo con la voluntad de Dios, y somete tu voluntad a la Suya.
  • Dudo si opino.
  • Al hombre se le suele guiar en la dirección hacia la que se siente inclinado.
  • Dios creó al hombre en la pureza y le ha dejado con su libre albedrío para que avance por el sendero de lo correcto o por el del mal. Mira ante ti ha puesto el fuego y el agua. El fuego que arde y el agua que le apaga. Tu puedes estirar la mano y escoger.
  • No compres objetos robados.
  • El israelita tiene prohibido engañar incluso a un idólatra.
  • La corona mas valiosa es una buena reputación.
  • El camino correcto que debe escoger el hombre es hacer aquello que, a sus ojos resulte honrado (es decir que lo apruebe su razón y su conciencia) y que al mismo tiempo sea honrado a los ojos de los demás.
  • El honrado es incluso mas grande en la muerte que en la vida.
  • Cuando el honrado muere, vive, ya que permanece vivo su ejemplo.
  • El hombre honrado promete poco y hace mucho.
  • Que tu hogar tenga las puertas tan abiertas como las de un refugio, y que los pobres sean acogidos entre sus paredes con cordialidad.
  • A quien corre tras la grandeza, la grandeza le rehuye. A quien rehuye la grandeza, la grandeza le persigue.
  • No desdeñes los pequeños favores.
  • No tires piedras al pozo del que bebes.
  • Haz todo lo que puedas, sea mucho o poco, pero que tu intención sea siempre buena.
  • No juzgues a tu vecino hasta que te encuentres en su misma situación.
  • No juzgues mal ni a tu hermano de fe ni al que sea de una fe distinta.
  • La juventud es una corona de rosas. La vejez es una corona de romero.
  • Sobre el linaje. El que no posee nobleza interior no posee nada, aunque sea de alta alcurnia.
  • El recuerdo de una injusticia que se me haya hecho durante el día, nunca me ha acompañado a la cama por la noche.
  • Al que controla su mal genio se le perdonarán todos los pecados.
  • Todos los excesos son malos.
  • El caballo al que se le da avena con demasiada frecuencia se vuelve rebelde.
  • Come y bebe para vivir. No vivas para comer y beber porque eso es lo que hacen las bestias.
  • No hables mal de los que ya no están. Recuerda que su alma permanece viva, aunque el cuerpo se haya muerto.
  • ¿Hay algo mas dulce que la dulzura? La paz después de la enemistad.
  • Siembra la paz en casa y esparce sus frutos en el exterior.
  • Cuando dos hombres discuten, el que calla primero es el mejor.
  • Mantente siempre suave y flexible como el junco, en vez de duro y rígido como el cedro.
  • Quienes no ofenden cuando son ofendidos, ni toman represalias cuando oyen comentarios despectivos, son los amigos de Dios que resplandecerán como el sol en toda su gloria.
  • Desarma la ira mediante una respuesta delicada. Que abunde la paz entre tú y tu hermano, tu familia y todo el mundo, incluso con el gentil de la calle, de tal forma que se te quiera arriba y se te aprecie abajo.
  • Cuanto mas sabio sea el hombre, mas cuidado debe tener con su conducta.
  • Si has iniciado una buena acción, no la dejes sin acabar.
  • Que tu corazón de preocupaciones no se llene, pues la preocupación muchas víctimas tiene.
  • Bendito sea el que soporta las pruebas. Cada cual tiene las suyas.
  • El dar y aceptar las excusas es muestra de buen temperamento.
  • Tres son las cosas que permiten conocer a un hombre: su conducta en asuntos de dinero, sus modales en la mesa y su comportamiento cuando está enfadado.
  • Quien no pueda soportar un solo reproche tendrá que escuchar muchos.
  • Anciano (es decir el que merece ser venerado) es solo aquél que ha acumulado sabiduría.
  • La cultura en una mujer vale más que el oro.
  • Si el hombre no sale en busca de la sabiduría, la sabiduría no vendrá a buscarle.
  • Repite, repite” esta es la mejor medicina para la memoria.
  • El que instruye a un niño es como si le hubiera dado vida.
  • No demuestres ser sabio sólo con tus palabras sino también con tus acciones, porqué la sabiduría de los hechos será necesaria en el mundo venidero, mientras que la sabiduría de las palabras se queda en tierra.
  • Quien adquiere conocimientos y no se los imparte a otros es como un mirto en el desierto, donde nadie puede disfrutar de él.
  • Sigue a los sabios.
  • Al maestro se le debe reverenciar más que al padre. Mientras que éste solo te trajo al mundo, aquél te indica el camino hacia el siguiente. Pero bienaventurado es el hijo que ha aprendido de su padre, porqué le podrá reverenciar como padre y como maestro; y bienaventurado es el padre que ha instruido a su hijo.
  • ¿Quién es rico? Quien se siente satisfecho con su suerte.
  • Quien alquila un jardín, comerá pájaros. A quien alquila muchos jardines se le comerán los pájaros.
  • No tengas ambición por las mesas de los reyes, porque tu mesa es mejor que la suya y tu corona es superior a la suya; y el Maestro que te da empleo recompensará fielmente tu esfuerzo.
  • No reveles tu secreto a los monos.
  • Tu secreto es tu esclavo. Si lo sueltas, tú te conviertes en su esclavo.
  • Si una palabra, dicha en el momento apropiado, vale una moneda, el silencio, en su momento, vale ciertamente dos.
  • Cuatro tipos de temperamento:
  • Saltar a la menor provocación y calmarse fácilmente es neutralizar una mala característica con otra buena;
  • Tardar en perder los estribos pero tardar también en calmarse es neutralizar una buena característica con otra mala.
  • Tardar en perder los estribos y calmarse fácilmente es el temperamento de un santo.
  • Saltar a la menor provocación y tardar en calmarse es el temperamento de un hombre perverso.
  • Ayuda al anciano independientemente de su religión. Respeta al erudito independientemente de su edad.
  • Quien se ayuda a si mismo recibirá la ayuda de Dios.
  • Quien no enseña a su hijo ningún oficio es como si le enseñara a robar.
  • Quien se gana el sustento con su propio esfuerzo es tan ilustre como el que teme a Dios.
  • Bienaventurado el hijo que ve que sus padres se dedican a un oficio honesto. Pobre del niño que se sonroja ante el oficio deshonesto de éstos.
  • Usa hoy mismo el mejor jarrón que tengas. Tal vez mañana esté roto.
  • La amargura y el remordimiento son los hijos de la venganza.
  • Quien favorece la venganza destruye su propio hogar.
  • El mentiroso es peor que el ladrón.
  • La verdad pesa. Por ello son pocos los que la pueden llevar a cuestas.
  • El castigo del mentiroso es que, cuando dice la verdad, nadie le cree.
  • Cuando entra el vino se escapa el secreto.
  • Cuando Satán no puede presentarse en persona, envía al vino como mensajero.
  • No abandones nunca a un viejo amigo.
  • Tus actos son tus propios amigos o enemigos.
  • Algunos son viejos en su juventud y otros jóvenes en su vejez
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