martes, 30 de junio de 2015

Sentencias de Sabiduría en El Corán III


Del Sagrado Corán, se deriva una gran carga espiritual y emocional para los
musulmanes por ser la Palabra de Dios, existe como todos sabemos, en su interior una faceta de formación del hombre, digamos “práctica” que es una auténtica guía de auto-ayuda y comportamiento para las situaciones que se nos presentan en la vida diaria.
Esta es una humilde selección, posiblemente ni están todas las referencias que son, ni son todas las que están, pero en estas Aleyas o partes especificas de las mismas,  Dios nos guía, sin duda, a convertirnos en mejores personas.
La exposición de hoy corresponde a la Sura Tres.  En ella encontramos a modo de flashes y “entre líneas” un compendio de normas de vida, y una clara exhortación a :
Dejar a un lado la ambición y confiar en la Divina Providencia, tener confianza en que nuestras invocaciones son escuchadas, amar la verdad, cumplir con nuestros compromisos y promesas, ser desprendidos con los bienes y compartir con los demás, a tener esperanza y confianza, prevenirnos contra los envidiosos, emplearnos en buscar la virtud,  mostrar una actitud valiente frente a la vida, a ser tenaces,  a no desear la muerte antes de tiempo a ser valientes, a aprender a escuchar pero al mismo tiempo emplear nuestra razón y remitirnos a Dios en nuestros actos y a todas ellas añadir las que sin duda encontrará cada persona individualmente. En resumen, a ser un poco pequeños maestros y difundir con nuestro conocimiento  y ejemplo la obra de Dios
El texto de referencia es la versión castellana de Julio Cortés, que no deja ser ser una aproximación, como todas las traducciones del Corán.
En el Nombre de Dios, el Compasivo el Misericordioso
110. Sois la mejor comunidad humana que jamás se haya suscitado: ordenáis lo que está bien, prohibís lo que está mal y creéis en Dios.
De la Sura 3
Al-‘Imran (La Familia de Imran)
13. Dios fortalece con Su auxilio a quien Él quiere
14. El amor de lo apetecible aparece a los hombres engalanado: las mujeres, los hijos
varones, el oro y la plata por quintales colmados, los caballos de raza, los rebaños,
los campos de cultivo... Eso es breve disfrute de la vida de acá. Pero Dios tiene junto a Sí un bello lugar de retorno.
20. Si disputan contigo, di: «Yo me someto a Dios y lo mismo hacen quienes me siguen».
26. Di: «¡Oh, Dios, Dueño del dominio! Tú das el dominio a quien quieres y se lo retiras a quien quieres, exaltas a quien quieres y humillas a quien quieres. En Tu mano está el bien. Eres omnipotente.
27. Tú haces que la noche entre en el día y que el día entre en la noche. Tú sacas al vivo
del muerto y al muerto del vivo. Tú provees sin medida a quien quieres».
29. Di: «Lo mismo si escondéis lo que tenéis en vuestros pechos que si lo manifestáis, Dios lo conoce». Y conoce lo que está en los cielos y en la tierra. Dios es omnipotente.
30. El día que cada uno se encuentre frente al bien y el mal que ha hecho, deseará tener bien lejos ese día. Dios advierte que tengáis cuidado con Él. Dios es manso con Sus siervos
37. Dios provee sin medida a quien Él quiere»
38. Tú escuchas a quien Te invoca».
60. La Verdad viene de tu Señor. ¡No seas, pues, de los que dudan!
71. ¿Por qué disfrazáis la Verdad de falsedad y ocultáis la Verdad conociéndola?
73. «El favor está en la mano de Dios, Que lo dispensa a quien Él quiere». Dios es inmenso, omnisciente
74. Particulariza con Su misericordia a quien Él quiere. Dios es el Dueño del favor inmenso.
75. Entre la gente de la Escritura hay quien, si le confías un quintal, te lo devuelve y hay quien, si le confías un dinar, no te lo devuelve sino es atosigándole. Y esto es así porque dicen: «No tenemos por qué ser escrupulosos con los gentiles».
76. ¡Pues sí! Si uno cumple su promesa y teme a Dios,... Dios ama a quienes le temen.
77. Quienes malvenden la alianza con Dios y sus juramentos no tendrán parte en la otra vida.
79.«¡Sed maestros, puesto que enseñáis la Escritura y la estudiáis!»
86. Dios no dirige al pueblo impío.
92. No alcanzaréis la piedad auténtica mientras no gastéis algo de lo que amáis. Y Dios conoce bien cualquier cosa que gastáis.
101. Quien se aferre a Dios será dirigido a una vía recta.
103. Aferraos al pacto de Dios, todos juntos, sin dividiros. Recordad la gracia que Dios os dispensó cuando erais enemigos: reconcilió vuestros corazones y, por Su gracia, os
transformasteis en hermanos;
104. ¡Que constituyáis una comunidad que llame al bien, ordenando lo que está bien y
prohibiendo lo que está mal! Quienes obren así serán los que prosperen.
110. Sois la mejor comunidad humana que jamás se haya suscitado: ordenáis lo que está bien, prohibís lo que está mal y creéis en Dios.
114. creen en Dios y en el último Día, ordenan lo que está bien, prohíben lo que está mal y rivalizan en buenas obras. Esos tales son de los justos.
115. No se les desagradecerá el bien que hagan. Dios conoce bien a los que Le temen.
118. ¡Creyentes! No intiméis con nadie ajeno a vuestra comunidad. Si no, no dejarán de dañaros. Desearían vuestra ruina
119. Vosotros, bien que les amáis, pero ellos no os aman.
120. Si os sucede un bien, les duele; si os hiere un mal, se alegran. Pero, si tenéis
paciencia y teméis a Dios, sus artimañas no os harán ningún daño. Dios abarca todo lo que hacen
124. Cuando decías a los creyentes: «¿No os basta que vuestro Señor os refuerce con tres mil ángeles enviados abajo?
125. ¡Pues sí! Si tenéis paciencia y teméis a Dios, si os acometen así de súbito, vuestro
Señor os reforzará con cinco mil ángeles provistos de distintivos».
126. La victoria no viene sino de Dios, el Poderoso, el Sabio-,
129. De Dios es lo que está en los cielos y en la tierra. Perdona a quien Él quiere y castiga a quien Él quiere. Dios es indulgente, misericordioso.
130. ¡Creyentes! ¡No usureéis, doblando una y otra vez! ¡Y temed a Dios! Quizás, así,
prosperéis
134. que dan limosna tanto en la prosperidad como en la adversidad, reprimen la ira,
perdonan a los hombres -Dios ama a quienes hacen el bien-,
135. que, si cometen una indecencia o son injustos consigo mismos, recuerdan a Dios,
piden perdón por sus pecados -¿y quién puede perdonar los pecados sino Dios?- y no
reinciden a sabiendas!
139. ¡No os desaniméis ni estéis tristes, ya que seréis vosotros quienes ganen! Si es que sois creyentes...
140. Si sufrís una herida, otros han sufrido una herida semejante. Nosotros hacemos alternar esos días entre los hombres para que reconozca Dios a quienes crean y tome
testigos de entre vosotros -Dios no ama a los impíos-,
142. O ¿creéis que vais a entrar en el Jardín sin que Dios haya sabido quiénes de vosotros han combatido y quiénes han tenido paciencia?
143. Sí, deseabais la muerte antes de encontrarla. Ya la habéis visto, pues, con
vuestros propios ojos.
144. Quien se vuelva atrás no causará ningún daño A Dios. Y Dios retribuirá a los agradecidos.
145. Nadie puede morir sino con permiso De Dios y según el plazo fijado.
146.Dios ama a los tenaces.
147. No decían más que: «¡Señor! ¡Perdónanos nuestros pecados y los excesos
que hemos cometido! ¡Afirma nuestros pasos!
148.Dios ama a quienes hacen el bien.
150. ¡No! Dios es vuestro Protector y el Mejor de los auxiliares.
153. Os atribulaba una y otra vez para que no estuvierais tristes por lo que se os
había escapado ni por lo que os había ocurrido. Dios está bien informado de lo que
hacéis.
154. Luego, pasada la tribulación, hizo descender sobre vosotros seguridad
154. Otros, en cambio, preocupados tan sólo por su suerte y pensando de Dios equivocadamente, a la manera de los paganos, decían: «¿Tenemos nosotros algo que ver con esto?» Di: «Todo está en manos De Dios». Ocultan para sí lo que no te manifiestan.
154. Di: «También, si os hubierais quedado en casa, la muerte habría sorprendido
en sus lechos a aquéllos de quienes estaba ya escrita.
154.Dios sabe bien lo que encierran los pechos»
156. ¡Creyentes! ¡No seáis como quienes no creen y dicen de sus hermanos que están de viaje o de incursión: «Si se hubieran quedado con nosotros, no habrían muerto o no les habrían matado»! ¡Haga Dios que les pese esto en sus corazones! Dios da la vida y dala muerte. Dios ve bien lo que hacéis.
159.consúltales sobre el asunto! Pero cuando hayas tomado una decisión, confía en
Dios. Dios ama a los que confían en Él.
160. Si Dios os auxilia, no habrá nadie que pueda venceros. Pero, si os abandona, ¿quién podrá auxiliaros fuera de Él? ¡Que los creyentes confíen en Dios!
161.Quien defraude llevará lo defraudado el día de la Resurrección. Luego, cada uno
recibirá su merecido. Y no serán tratados injustamente.
165. ¿Cómo, cuando os sobreviene una desgracia, después de haber infligido el doble
de aquélla, decís aún: «¿De dónde viene esto?» Di: «De vosotros mismos». Dios es
omnipotente.
167. Dicen con la boca lo que no tienen en el corazón. Pero Dios sabe bien lo que ocultan.
171. Dios no deja de remunerar a los creyentes.
172. A quienes escucharon a Dios y al Enviado, luego de la herida recibida, a quienes, entre ellos, hicieron el bien y temieron a Dios, se les reserva una magnífica recompensa.
173. A aquéllos a quienes se dijo: «La gente se ha agrupado contra vosotros, ¡tenedles
miedo!», esto les aumentó la fe y dijeron: «Dios nos basta! ¡Es un protector excelente!»
174. Y regresaron por una gracia y favor de Dios, sin sufrir mal. Buscaron la satisfacción de Dios. Y Dios es el Dueño del favor inmenso.
175. Así es el Demonio: hace tener miedo de sus amigos. Pero, si sois creyentes, no tengáis miedo de ellos, sino de Mí.
182. Esto es lo que vuestras obras han merecido, que Dios no es injusto con Sus
siervos».
185. Cada uno gustará la muerte, pero no recibiréis vuestra recompensa íntegra hasta el día de la Resurrección.
187. Cuando Dios concertó un pacto con los que habían recibido la Escritura: «Tenéis que explicársela a los hombres, no se la ocultéis».
191.«¡Señor! No has creado todo esto en vano ¡Gloria a Ti! ¡Presérvanos del castigo del Fuego!».
195. Su Señor escuchó su plegaria: «No dejaré que se pierda obra de ninguno de vosotros, lo mismo si es varón que si es hembra, que habéis salido los unos de los otros.
200. ¡Creyentes! ¡Tened paciencia, rivalizad en ella! ¡Sed firmes! ¡Temed a Dios! Quizás así, prosperéis.

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