martes, 20 de junio de 2017

El Golem (Parte I- Creación del Golem -)

El Golem; leyenda del gueto de Praga. Mágica y enigmática cuyo origen tiene lugar en la Sinagoga Vieja Nueva y que llega fresca a nuestro siglo. Obra que ha trascendido siglos, que trascenderá el futuro y que permitirá a sus protagonistas y sobre todo al Gran Rabino Löw cierto toque de inmortalidad. He aquí como supuestamente sucedieron los hechos. Hay quién dice que todavía hoy, pueden encontrarse restos de la arcilla de su creación en el piso superior de la Sinagoga Altneu en Praga.




Parte I Justificación y creación del Golem de Praga

Corría el año 1580. Un sacerdote llamado Tadeo, enemigo fanático de los judíos, se esforzaba, una vez más, en crear la desunión y la discordia donde reinaban paz y armonía culpando a aquellos, supersticiosamente, de nuevos crímenes de sangre.
El rabino Löw tuvo a tiempo noticias de estas acusaciones y dirigió en sueños una pregunta "hacia las alturas" para saber con qué medios debía emprender la lucha contra tan perverso enemigo.
Recibió la siguiente respuesta ordenada alfabéticamente:

"Ata Bra Golem Dewuk Hachomer W´tigzar Zedim Chewel Torfe  Jisrael."

"Crearás un Golem de barro y exterminarás a la miserable chusma devoradora de hebreos."

El rabino Löw interpretó la amalgama de estas palabras en el sentido de que, con el alfabeto cifrado que le había revelado el cielo, podría crear con barro un cuerpo viviente.
Hizo llamar a su yern  Jizchak ben Simson y a su discípulo el levita Jakob ben  Chajim Sasson, y les confió el secreto que debían conocer  para que entre los tres pudieran crear ese Golem.

"Exijo vuestra colaboración porque, para esta obra creadora, se requieren cuatro elementos: tú Jizchak eres el elemento fuego; tú Jakob, el agua; yo mismo seré el aire y, entre todos, crearemos el Golem con el cuarto elemento, la tierra."

Luego el rabino los aleccionó con todo lujo de detalles como primero debían santificarse y purificarse mediante una severa y profunda penitencia con el fin de estar preparados para la obra de crear un humano artificial.

El día previsto, los tres hombres, pasada la medianoche, se dirigieron a la mikwe (el baño ritual de inmersión), se sumergieron con especial devoción y regresaron después en silencio a casa donde entonaron el chazot, la lamentación de medianoche por Jerusalén, rezando los salmos correspondientes. Finalmente, salieron de la ciudad y se dirigieron a la orilla del Moldava donde buscaron un barrizal iniciando acto seguido su trabajo.

A la luz de las antorchas y cantando salmos comenzaron a trabajar con febríl premura. Modelaron con barro una figura humana de tres varas de largo con todos sus miembros. El Golem yacía ante ellos con el rostro vuelto hacia el cielo.

Luego los tres varones se situaron a sus pies de modo que pudiesen contemplar  de modo preciso el semblante de su hechura que yacía ante ellos como un cuerpo inerte sin ningún movimiento.

Entonces el rabí Löw ordenó al sacerdote Jizchak que, comenzando por la derecha, diera siete vueltas alrededor del cuerpo de barro mientras confiaba a aquel la zirufim, la fusión de las palabras que debía pronunciar mientras caminaba.

Hecho esto, el cuerpo de barro se tornó de color rojo púrpura.

El rabino Löw ordenó seguidamente al levita Jakob que diera otras tantas vueltas alrededor de la figura, también empezando por la derecha indicándole la zirufim correspondiente a su elemento. (El agua).Cuando el levita hubo terminado su tarea, el rojo encendido se apagó al ser penetrado por el agua el cuerpo de barro. En la cabeza de la figura empezó entonces a brotar el pelo y las uñas crecieron en los dedos de las manos y pies.

Finalmente, el rabino mismo dio otras siete vueltas  y depositó en la boca del Golem un Schem (se refiere concretamente al Nombre de Dios) escrito en el interior de un triángulo y sobre pergamino.Inclinándose hacia los cuatro puntos cardinales, los tres varones pronunciaron al unísono estas palabras: 

"Y le insufló el aliento de la vida en su nariz y así la figura de barro se convirtió en un hombre vivo".

De este modo, los tres elementos fuego, aire y agua, representados por el triángulo que contenía el Nombre de Dios hicieron que el cuarto elemento, la tierra, adquiriese vida. El Golem abrió los ojos y, aparentando asombro, miró en derredor suyo.

A continuacíon el rabino Löw le ordenó:

"¡Ponte derecho sobre tus piernas!  y el Golem, obedeciendo se levantó.

Luego le vistieron con las ropas de un schamess (bedel de la sinagoga) con lo que su aspecto era finalmente parecido al de un hombre corriente, si bien carecía de habla. Pero esto, más tarde se revelaría como una ventaja.

Al romper el alba, los cuatro varones regresaron a casa. Mientras caminaban, el rabí Löw le decía al Golem:
"Debes saber que te hemos formado con un terrón de tierra. Tu misión consistirá en proteger a los judíos contra persecuciones, te llamarás Josef y pasarás las noches en el estudio del rabino. Tú Josef, cumplirás mis órdenes dondequiera que te mande ir, ya sea al fuego o al agua, y también cuando te ordene que saltes desde el tejado o que vayas al fondo del mar".
Josef inclinaba la cabeza dando a entender que había comprendido y como muestra de ello realizaba otros gestos afirmativos.
Ya en su casa, el rabí Löw  disfrazó la realidad de su creación ante los suyos y, para justificar la presencia del Golem inventó la mentira de  que se había topado con el mudo forastero y como quiera que le inspirase lástima lo acogía como criado a su servicio, prohibiendo al tiempo a su gente que se dirigieran por si mismos bajo ningún concepto a Josef.

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