jueves, 16 de julio de 2015

Sentencias de Sabiduría en El Corán -VI y VII-

En El Corán aparte de su gran carga espiritual y emocional existe, como todos sabemos, una faceta de formación del hombre moral y práctica que constituye una auténtica guía de auto-ayuda y de comportamiento para las situaciones que se nos presentan en la vida diaria. Esta es una humilde selección, posiblemente ni están todas las que son, ni son todas las que están.
La siguiente Sura es muy clarificadora del contenido de El Corán y no necesita de mucha explicación.

3:7. Él es Quien te ha revelado la Escritura. Algunas de sus aleyas son unívocas y constituyen la Escritura Matriz; otras son equívocas. Los de corazón extraviado siguen las equívocas, por espíritu de discordia y por ganas de dar la interpretación de ello. Pero nadie sino Dios conoce la interpretación de ello. Los arraigados en la Ciencia dicen: «Creemos en ello. Todo procede de nuestro Señor». Pero no se dejan amonestar sino los dotados de intelecto.

El texto de referencia es la versión castellana de Julio Cortés.

En el Nombre de Dios el Compasivo el Misericordioso

Sura 6 Los rebaños

6:10. Se burlaron de enviados que te precedieron, pero los que se burlaban se vieron cercados por aquello de que se burlaban.
6:17. Si Dios te aflige con una desgracia, nadie más que Él podrá retirarla. Si te favorece con un bien... Él es omnipotente.
6:24. ¡Mira cómo mienten contra sí mismos y cómo se han esfumado sus invenciones!
6:25. Hay entre ellos quienes te escuchan, pero hemos velado sus corazones y endurecido sus oídos para que no lo entiendan. Aunque vieran toda clase de signos, no creerían en ellos. Hasta el punto de que, cuando vienen a disputar contigo, dicen los que no creen: «Éstas no son sino patrañas de los antiguos».
6:31. Perderán quienes hayan desmentido el encuentro de Dios. Cuando, al fin, de repente, les venga la Hora, dirán: «¡Ay de nosotros, que nos descuidamos!» Y llevarán su carga a la espalda. ¿No es carga mala la que llevan?
6:33. Ya sabemos que lo que dicen te entristece. No es a ti a quien desmienten, sino que, más bien, lo que los impíos rechazan son los signos de Dios.
6:34 No hay quien pueda cambiar las palabras de Dios.
6:36. Sólo escuchan quienes oyen.
6:38. No hay animal en la tierra, ni ave que vuele con sus alas, que no constituyan comunidades como vosotros. No hemos descuidado nada en la Escritura
6:46 Di: «¿Qué os parece? Si Dios os privara del oído y de la vista y sellara vuestros corazones, qué dios otro que Dios podría devolvéroslos?» ¡Mira cómo exponemos las aleyas! Aun así, ellos se apartan.
6:54. Cuando vengan a ti los que creen en Nuestros signos, di: «¡Paz sobre vosotros!» Vuestro Señor Se ha prescrito la misericordia, de modo que si uno de vosotros obra mal por ignorancia, pero luego se arrepiente y enmienda... Él es indulgente, misericordioso.
6:59. No cae ni una hoja sin que Él lo sepa.
6:61. Él es Quien domina a Sus siervos. Envía sobre vosotros a custodios.
6:76. Cuando cerró la noche sobre él, vio una estrella y dijo: «¡Éste es mi Señor!». Pero, cuando se puso, dijo: «No amo a los que se ponen».
6:77. Cuando vio la luna que salía, dijo: «Éste es mi Señor». Pero, cuando se puso, dijo: «Si no me dirige mi Señor, voy a ser, ciertamente, de los extraviados.
6:79. Vuelvo mi rostro, como hanif, hacia Quien ha creado los cielos y la tierra. Y no soy asociador.
6:83. Ése es el argumento Nuestro que dimos a Abraham contra su pueblo. Ascendemos la categoría de quien queremos. Tu Señor es sabio, omnisciente.
6:84. Le regalamos a Isaac y a Jacob. Dirigimos a los dos. A Noé ya le habíamos dirigido antes y, de sus descendientes, a David, a Salomón, a Job, a José, a Moisés y a Aarón. Así retribuimos a quienes hacen el bien.
6:85. Y a Zacarías, a Juan, a Jesús y a Elías, todos ellos de los justos.
6:88. Ésta es la dirección de Dios, por la que dirige a quien Él quiere de Sus siervos.
6:104. «Habéis recibido intuiciones de vuestro Señor. Quien ve claro, ve en beneficio propio.

Sura 7 Al´Araf Los lugares elevados

7:3. ¡Seguid lo que vuestro Señor os ha revelado y no sigáis a otros amigos en lugar de seguirle a Él! ¡Qué poco os dejáis amonestar!
7:6. Pediremos, ciertamente, responsabilidades a aquéllos a quienes mandamos enviados, como también a los enviados.
7:8. La pesa ese día será la Verdad. Aquéllos cuyas obras pesen mucho serán los que prosperen,
7:9. mientras que aquéllos cuyas obras pesen poco perderán, porque obraron impíamente con Nuestros signos.
7:23. Dijeron: «¡Señor! Hemos sido injustos con nosotros mismos. Si no nos perdonas y Te apiadas de nosotros, seremos, ciertamente, de los que pierden».
7:24. Dijo: «¡Descended! Seréis enemigos unos de otros. La tierra será por algún tiempo vuestra morada y lugar de disfrute»
7: 25. Dijo: «En ella viviréis, en ella moriréis y de ella se os sacará». 26. ¡Hijos de Adán! Hemos hecho bajar para vosotros una vestidura para cubrir vuestra desnudez y para ornato. Pero la vestidura del temor de Dios, ésa es mejor. Ése es uno de los signos de Dios. Quizás, así, se dejen amonestar.
7:27. ¡Hijos de Adán! Que el Demonio no os tiente, como cuando sacó a vuestros padres del Jardín, despojándoles de su vestidura para mostrarles su desnudez. Él y su hueste os ven desde donde vosotros no les veis.
7:29. Di: «Mi Señor ordena la equidad. Dirigíos a Él siempre que oréis e invocadle rindiéndole culto sincero. Así como os ha creado, volveréis».
7:31. ¡Hijos de Adán! ¡Atended a vuestro atavío siempre que oréis! ¡Comed y bebed, pero no cometáis excesos, que Él no ama a los inmoderados!
7:32. Di: «¿Quién ha prohibido los adornos que Dios ha producido para Sus siervos y las cosas buenas de que os ha proveído?» Di: «Esto es para los creyentes mientras vivan la vida de acá, pero, en particular, para el día de la Resurrección». Así es como explicamos con detalle las aleyas a gente que sabe.
7:33. Di: «Mi Señor prohíbe sólo las deshonestidades, tanto las públicas como las ocultas, el pecado, la opresión injusta, que asociéis a Dios algo a lo que Él no ha conferido autoridad y que digáis contra Dios lo que no sabéis».
7:38. Siempre que una comunidad entra, maldice a su hermana.
7:40. A quienes hayan desmentido Nuestros signos y se hayan apartado altivamente de ellos, no se les abrirán las puertas del cielo ni entrarán en el Jardín hasta que entre un camello en el ojo de una aguja. Así retribuiremos a los pecadores.
7:42. Quienes creyeron y obraron bien- a nadie pedimos sino según sus posibilidades-. ésos morarán en el Jardín eternamente.
7:48. Y los moradores de los lugares elevados llamarán a hombres que reconozcan por sus rasgos distintivos. Dirán: «Lo que habéis acumulado y vuestra altivez no os han servido de nada.
7:52. Les trajimos una Escritura, que explicamos detalladamente, con pleno conocimiento, como dirección y misericordia para gente que cree.
7:55. ¡Invocad a vuestro Señor humilde y secretamente! Él no ama a quienes violan la ley.
7:56. ¡No corrompáis en la tierra después de reformada! ¡Invocadle con temor y anhelo! La misericordia de Dios está cerca de quienes hacen el bien.
7:58. La vegetación de un país bueno sale con la ayuda de su Señor, mientras que de un país malo sale pero escasa. Así explicamos los signos a gente que agradece.
7:69 ¡Recordad, pues, los beneficios de Dios! Quizás, así, prosperéis».
7:74. Recordad cuando os hizo sucesores, después de los aditas, y os estableció en la tierra. Edificasteis palacios en las llanuras y excavasteis casas en las montañas. Recordad los beneficios de Dios y no obréis mal en la tierra corrompiendo».
7:79 Os he aconsejado bien, pero no amáis a los buenos consejeros».
7:85 ¡Dad la medida y el peso justos, no defraudéis a los hombres en sus bienes! ¡No corrompáis en la tierra después de reformada! Eso es mejor para vosotros, si es que sois creyentes.
7:86. No acechéis en cada vía a quienes creen en Él, amenazándoles y desviándoles del camino de Dios, deseando que sea tortuoso. Y recordad, cuando erais pocos y Él os multiplicó. ¡Y mirad cómo terminaron los corruptores!
7:87. Y si algunos de vosotros creen en el mensaje que se me ha confiado y otros no, tened paciencia hasta que Dios decida entre nosotros. Él es el Mejor en decidir».
7:126¡Señor! Infunde en nosotros paciencia y haz que cuando muramos lo hagamos sometidos a Ti».
7:128. Moisés dijo a su pueblo: «¡Implorad la ayuda de Dios y tened paciencia! La tierra es de Dios y se la da en herencia a quien Él quiere de Sus siervos. El fin es para los que temen a Dios».
7:129 «Puede que vuestro Señor destruya a vuestro enemigo y os haga sucederles en la tierra para ver cómo actuáis».
7:131. Cuando les sonreía la fortuna, decían: «¡Esto es nuestro!». Pero, cuando les sucedía un mal, lo achacaban al mal agüero de Moisés y de quienes con él estaban. ¿Es que su suerte no dependía sólo de Dios? Pero la mayoría no sabían.
7:140. Dijo: «¿Voy a buscaros un dios diferente de Dios, siendo así que Él os ha distinguido entre todos los pueblos?»
144. Dijo: «¡Moisés! Con Mis mensajes y con haberte hablado, te he escogido entre todos los hombres. ¡Coge, pues, lo que te doy y sé de los agradecidos!»
7:145. Y le escribimos en las Tablas una exhortación sobre todo y una explicación detallada de todo. «Cógelas, pues, con fuerza y ordena a tu pueblo que coja lo mejor de ellas».
7:146. Apartaré de Mis signos a quienes se ensoberbezcan sin razón en la tierra. Sea cual sea el signo que ven, no creen en él. Si ven el camino de la buena dirección, no lo toman como camino.
7:153. Con quienes, habiendo obrado mal, luego se arrepientan y crean, tu Señor será, sí, indulgente, misericordioso.
7:154. Cuando se calmó la ira de Moisés cogió las Tablas. Su texto contiene dirección y misericordia para quienes temen a su Señor.
7:156. Destínanos bien en la vida de acá y en la otra. Nos hemos vuelto a Ti». Dijo: «Inflijo Mi castigo a quien quiero, pero Mi misericordia es omnímoda». Destinaré a ella a quienes teman a Dios.
7:157. a quienes sigan al Enviado, el Profeta de los gentiles, a quien ven mencionado en sus textos: en la Tora y en el Evangelio, que les ordena lo que está bien y les prohíbe lo que está mal, les declara lícitas las cosas buenas e ilícitas las impuras, y les libera de sus cargas y de las cadenas que sobre ellos pesaban. Los que crean en él, le sostengan y auxilien, los que sigan la Luz enviada abajo con él, ésos prosperarán.
7:159. En el pueblo de Moisés había una comunidad que se dirigía según la Verdad, y que, gracias a ella, observaba la justicia.
7:160. Los dividimos en doce tribus, como comunidades. Cuando el pueblo pidió agua a Moisés, inspiramos a éste «¡Golpea la roca con tu vara!». Y brotaron de ella doce manantiales. Todos sabían de cuál debían beber.
7:161. Y cuando se les dijo: «Habitad en esta ciudad y comed cuanto queráis de lo que en ella haya. Decid '¡Perdón!' ¡Entrad por la puerta prosternándoos! Os perdonaremos vuestros pecados y daremos más a los que hagan el bien».
7:168. Los dividimos en la tierra en comunidades. De ellos, había unos que eran justos y otros que no. Les probamos con bendiciones e infortunios. Quizás, así, se convirtieran.
7:170. para los que se aferran a la Escritura y hacen la azalá. No dejaremos de remunerar a quienes obren bien.
7:176Pasó con él como pasa con el perro: jadea lo mismo si le atacas que si le dejas en paz. Así es la gente que desmiente Nuestros signos. Cuéntales estas cosas. Quizás, así, reflexionen.
7:177. ¡Qué mal ejemplo da la gente que desmiente Nuestros signos y es injusta consigo misma! 7:178. Aquél a quien Dios dirige está en el buen camino. Aquéllos, en cambio, a quienes Él extravía, son los que pierden.
7:179. Hemos creado para la gehena a muchos de los genios y de los hombres. Tienen corazones con los que no comprenden, ojos con los que no ven, oídos con los que no oyen. Son como rebaños. No, aún más extraviados. Esos tales son los que no se preocupan.
7:180. Dios posee los nombres más bellos. Empléalos, pues, para invocarle y apártate de quienes los profanen, que serán retribuidos con arreglo a sus obras.
7:181. Entre nuestras criaturas hay una comunidad que se dirige según la Verdad y que, gracias a ella, observa la justicia.
7:186. Aquél a quien Dios extravía, no podrá encontrar quien le dirija. Él les dejará que yerren ciegos en su rebeldía.
7:188. Di: «Yo no dispongo de nada que pueda aprovecharme o dañarme sino tanto cuanto Dios quiera. Si yo conociera lo oculto, abundaría en bienes y no me alcanzaría el mal.
7:196. Mi amigo es Dios, Que ha revelado la Escritura y Que elige a los justos como amigos.
7:199. ¡Sé indulgente, prescribe el bien y apártate de los ignorantes!
7:200. Si el Demonio te incita al mal, busca refugio en Dios. Él todo lo oye, todo lo sabe.
7:205. Invoca a tu Señor en tu interior, humilde y temerosamente, a media voz, mañana y tarde, y no seas de los despreocupados.

viernes, 3 de julio de 2015

Sentencias de Sabiduría en El Corán - V -

En El Corán aparte de su gran carga espiritual y emocional existe, como todos sabemos, una faceta de formación del hombre moral y práctica que constituye una auténtica guía de auto-ayuda y de comportamiento para las situaciones que se nos presentan en la vida diaria. Esta es una humilde selección, posiblemente ni están todas las que son, ni son todas las que están.
La Sura 5 llamada “La Mesa Servida”, podría llamarse la de la concordia con los cristianos por el notable respeto con el que se trata a lo largo de la misma a Jesús, a María y a los Apóstoles, respeto por cierto, que volvemos a encontrar en otras Suras. De esta, he pretendido extraer aquellas Aleyas o partes especificas de las mismas donde el Profeta Muhammad al dictado de Gabriel nos dedica sentencias que de un sólo vistazo ayudan, sin duda a convertirnos en mejores personas. Esta Azora es particularmente interesante porqué refleja el enfoque que en el Islam se le da a las figuras de Jesús y María.
El texto de referencia es la versión castellana de Julio Cortés.



En el Nombre de Dios El Compasivo El Misericordioso




    5:1 Creyentes! ¡Respetad vuestros compromisos!

    5:5. Hoy se os permiten las cosas buenas.

    5:7. Recordad la gracia que Dios os dispensó y el pacto que concluyó con vosotros cuando dijisteis: «Oímos y obedecemos». ¡Temed a Dios! Dios sabe bien lo que encierran los pechos.
    5: 8. ¡Creyentes! ¡Sed íntegros ante Dios cuando depongáis con equidad! ¡Que el odio a una gente no os incite a obrar injustamente! ¡Sed justos! Esto es lo más próximo al temor de Dios. ¡Y temed a Dios! Dios está bien informado de lo que hacéis.

    5: 9. Dios ha prometido a quienes crean y obren bien perdón y una magnífica recompensa.

    5:11. ¡Creyentes! Recordad la gracia que Dios os dispensó cuando una gente habría preferido poneros las manos encima y Él se lo impidió. ¡Y temed a Dios! ¡Que los creyentes confíen en Dios!

    5:12. Dios concertó un pacto con los Hijos de Israel. Suscitamos de entre ellos a doce jefes. Y Dios dijo: "Yo estoy con vosotros".

    5:13. Por haber violado su pacto les hemos maldecido y hemos endurecido sus corazones. Alteran el sentido de las palabras; olvidan parte de lo que se les recordó. Siempre descubrirás en ellos alguna traición, salvo en unos pocos. ¡Borra sus faltas, perdónales! Dios ama a quienes hacen el bien.

    5:15 Os ha venido de Dios una Luz, una Escritura clara,

    5:16. por medio de la cual Dios dirige a quienes buscan satisfacerle por caminos de paz y les saca, con Su permiso, de las tinieblas a la luz, y les dirige a una vía recta.

    5:21. ¡Pueblo! ¡Entrad en la Tierra Santa que Dios os destinó y no volváis sobre vuestros pasos; si no, regresaréis habiendo perdido!».

    5:27 «Dios sólo acepta de los que Le temen.

    5:28. Y si tú pones la mano en mí para matarme, yo no voy a ponerla en ti para matarte, porque temo a Dios, Señor del universo.

     5:29. Quiero que cargues con tu pecado contra mí y otros pecados y seas así de los moradores del Fuego. Ésa es la retribución de los impíos».

    5:32 Y que quien salvara una vida, fuera como si hubiera salvado las vidas de toda la Humanidad.

    5:41 Alteran el sentido de las palabras.

    5:42 Dan oído a la mentira y devoran el soborno. Si vienen a ti, decide entre ellos o retírate. Si te retiras, no podrán hacerte ningún daño. Si decides, hazlo con equidad. Dios ama a los que observan la equidad.

    5:44¡No tengáis, pues, miedo a los hombres, sino a Mí.

    5:45 Les hemos prescrito en ella: «Vida por vida, ojo por ojo, nariz por nariz, oreja por oreja, diente por diente y la ley del talión por las heridas». Y si uno renuncia a ello, le servirá de expiación.

    5:46 Hicimos que les sucediera Jesús, hijo de María, en confirmación de lo que ya había de la Tora. Le dimos el Evangelio, que contiene Dirección y Luz, en confirmación de lo que ya había de la Tora y como Dirección y Exhortación para los temerosos de Dios.

    5:47 Que la gente del Evangelio decida según lo que Dios ha revelado en él. Quienes no decidan según lo que Dios ha revelado ésos son los perversos.

    5:48 A cada uno os hemos dado una norma y una vía. Dios, si hubiera querido, habría hecho de vosotros una sola comunidad, pero quería probaros en lo que os dio. ¡Rivalizad en buenas obras! Todos volveréis a Dios. Ya os informará Él de aquello en que discrepabais.

    5:52. Ves a los enfermos de corazón precipitarse a ellos, diciendo: «Tenemos miedo de un revés de fortuna». Pero puede que Dios traiga el éxito u otra cosa de Él y, entonces, se dolerán de lo que habían pensado en secreto.

    5:54 ¡Creyentes! Si uno de vosotros apostata de su fe... Dios suscitará una gente a la cual Él amará y de la cual será amado, humilde con los creyentes, altiva con los infieles, que luchará por Dios y que no temerá la censura de nadie. Éste es el favor de Dios. Lo dispensa a quien Él quiere. Dios es inmenso, omnisciente.

    5:56. Quien tome como amigo a Dios, a Su Enviado y a los creyentes... Los partidarios de Dios serán los que venzan.

    5:64 Sus manos están abiertas y Él distribuye Sus dones como quiere.

    5:64 Siempre que encienden el fuego de la guerra, Dios se lo apaga.

    5:67 ¡Enviado! ¡Comunica la Revelación que has recibido de tu Señor, que, si no lo haces, no comunicas Su mensaje! Dios te protegerá de los hombres. Dios no dirige al pueblo infiel.

    5:68 Di: «¡Gente de la Escritura ! No hacéis nada de fundamento mientras no observéis la Tora, el Evangelio y la Revelación que habéis recibido de vuestro Señor».

    5:69 Los creyentes, los judíos, los sabeos y los cristianos -quienes creen en Dios y en el último Día y obran bien- no tienen que temer y no estarán tristes.

    5:72. No creen, en realidad, quienes dicen: «Dios es el Ungido, hijo de María», siendo así que el mismo Ungido ha dicho: «¡Hijos de Israel, servid a Dios, mi Señor y Señor vuestro!». Dios veda el Jardín a quien asocia a Dios. Su morada será el Fuego. Los impíos no tendrán quien les auxilie.

    5:73. No creen, en realidad, quienes dicen: «Dios es el tercero de tres». No hay ningún otro dios que Dios Uno y, si no paran de decir eso, un castigo doloroso alcanzará a quienes de ellos no crean.

    5:75. El Ungido, hijo de María, no es sino un enviado, antes del cual han pasado otros enviados, y su madre, veraz.

    5:77. Di: «¡Gente de la Escritura! No exageréis en vuestra religión, profesando algo diferente de la Verdad y no sigáis las pasiones de una gente que ya antes se extravió, extravió a muchos y se apartó del recto camino».

    5:78. Los Hijos de Israel que no creyeron fueron maldecidos por boca de David y de Jesús, hijo de María, por haber desobedecido y violado la ley.

    5:82 , y que los más amigos de los creyentes son los que dicen: «Somos cristianos». Es que hay entre ellos sacerdotes y monjes y no son altivos.

    5:83. Cuando oyen lo que se ha revelado al Enviado, ves que sus ojos se inundan de lágrimas de reconocimiento de la Verdad. Dicen: «¡Señor! ¡Creemos! ¡Apúntanos, pues, como testigos!

    5: 84. ¿Cómo no vamos a creer en Dios y en la Verdad venida a nosotros si anhelamos que nuestro Señor nos introduzca con los justos?»

    5:100. Di: «No es lo mismo el mal que el bien, aunque te plazca lo mucho malo que hay. ¡Temed, pues, a Dios, hombres de intelecto! Quizás, así, prosperéis».

    5: 101. ¡Creyentes! No preguntéis por cosas que, si se os dieran a conocer, os dañarían. Si, con todo, preguntáis por ellas cuando se revela el Corán, se os darán a conocer y Dios os perdonará por ello. Dios es indulgente, benigno.

    5:105 ¡Creyentes! ¡Preocupaos de vosotros mismos! Quien se extravía no puede dañaros, si estáis en la buena dirección. Todos volveréis a Dios. Ya os informará Él de lo que hacíais.

    5:108 ¡Temed a Dios y escuchad! Dios no dirige al pueblo perverso.

    5:110. Cuando dijo Dios: «¡Jesús, hijo de María! Recuerda Mi gracia, que os dispensé a ti y a tu madre cuando te fortalecí con el Espíritu Santo y hablaste a la gente en la cuna y de adulto, y cuando te enseñé la Escritura, la Sabiduría, la Tora y el Evangelio. Y cuando creaste de arcilla a modo de pájaros con Mi permiso, soplaste en ellos y se convirtieron en pájaros con Mi permiso. Y curaste al ciego de nacimiento y al leproso con Mi permiso. Y cuando resucitaste a los muertos con Mi permiso. Y cuando alejé de ti a los Hijos de Israel cuando viniste a ellos con las pruebas claras y los que de ellos no creían dijeron: 'Esto no es sino manifiesta magia'.

    5: 111. Y cuando inspiré a los apóstoles: '¡Creed en Mí y en Mi enviado!' Dijeron: ‘¡Creemos! ¡Sé testigo de nuestra sumisión!'».

    5:112. Cuando dijeron los apóstoles: «¡Jesús, hijo de María! ¿Puede tu Señor hacer que nos baje del cielo una mesa servida?». Dijo: «¡Temed a Dios, si sois creyentes!».

    5:114. Dijo Jesús, hijo de María: «¡Dios, Señor nuestro! Haz que nos baje del cielo una mesa servida, que sea para nosotros, el primero como el último, motivo de regocijo y signo venido de Ti. ¡Provéenos del sustento necesario, Tú, Que eres el Mejor de los proveedores!».

    5:116. Y cuando dijo Dios: «¡Jesús, hijo de María! ¿Eres tú quien ha dicho a los hombres: '¡Tomadnos a mí y a mi madre como a dioses, además de tomar a Dios!'?». Dijo: «¡Gloria a Ti! ¿Cómo voy a decir algo que no tengo por verdad? Si lo hubiera dicho, Tú lo habrías sabido. Tú sabes lo que hay en mí, pero yo no sé lo que hay en Ti. Tú eres Quien conoce a fondo las cosas ocultas.

    5: 117. No les he dicho más que lo que Tú me has ordenado: '¡Servid a Dios, mi Señor y Señor vuestro!' Fui testigo de ellos mientras estuve entre ellos, pero, después de llamarme a Ti, fuiste Tú Quien les vigiló. Tú eres testigo de todo.

    5: 118. Si les castigas, son Tus siervos. Si les perdonas, Tú eres el Poderoso, el Sabio». 

    5:119 Dios dice: «Este es un día en que su sinceridad aprovechará a los sinceros. Tendrán jardines por cuyos bajos fluyen arroyos, en los que estarán eternamente, para siempre». Dios está satisfecho de ellos y ellos lo están de Él. ¡Ése es el éxito grandioso! 

    5: 120. De Dios es el dominio de los cielos y de la tierra y de lo que en ellos está. Es omnipotente.

martes, 30 de junio de 2015

Sentencias de Sabiduría de El Corán IV


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En El Corán aparte de su gran carga espiritual y emocional existe, como todos sabemos, una faceta de formación del hombre, digamos “práctica” que es una auténtica guía de auto-ayuda y guía de comportamiento para las situaciones que se nos presentan en la vida diaria. Esta es una humilde selección, posiblemente ni están todas las que son, ni son todas las que están. De la Sura 4 he pretendido extraer aquellas Aleyas o partes especificas de las mismas donde el Profeta Muhammad al dictado de Gabriel  nos dedica sentencias que de un sólo vistazo ayudan, sin duda a convertirnos en mejores personas. Esta Azora es particularmente interesante porqué refleja el enfoque que en el Islam se le da a las figuras de Jesús y María.
El texto de referencia es la versión castellana de Julio Cortés.


En el Nombre de Dios El Compasivo El Misericordioso

4:1 Dios siempre os observa.

4:2 Dad a los huérfanos los bienes que les pertenecen. No sustituyáis lo malo por lo bueno. No consumáis su hacienda agregándola a la vuestra. Sería un gran pecado.

4:5 ¡No confiéis a los incapaces la hacienda que Dios os ha dado para subsistir!

4:10 Quienes consuman injustamente la hacienda de los huérfanos, sólo fuego ingerirán en sus entrañas y arderán en fuego de la gehena.

4:26 Dios quiere aclararos y dirigiros según la conducta de los que os precedieron, y volverse a vosotros. Dios es omnisciente, sabio.

4:28 Dios quiere aliviaros, ya que el hombre es débil por naturaleza.

4:29 No os matéis unos a otros. Dios es misericordioso con vosotros.

4:32 Pedid a Dios de Su favor. Dios es omnisciente.

4:35 Si teméis una ruptura entre los esposos, nombrad un árbitro de la familia de él y otro de la de ella. Si desean reconciliarse, Dios hará que lleguen a un acuerdo. Dios es omnisciente, está bien informado.

4:36 ¡Servid a Dios y no Le asociéis nada! ¡Sed buenos con vuestros padres, parientes, huérfanos, pobres, vecinos -parientes y no parientes-, el compañero de viaje, el viajero y vuestros esclavos! Dios no ama al presumido, al jactancioso.

4:45 Dios conoce mejor que nadie a vuestros enemigos. Dios basa como amigo. Dios basta como auxiliar.

4:48 Dios no perdona que se Le asocie. Pero perdona lo menos grave a quien Él quiere. Quien asocia a Dios comete un gravísimo pecado.

4:59 Y, si discutís por algo, referidlo a Dios y al Enviado, si es que creéis en Dios y en el último Día. Es lo mejor y la solución más apropiada.

4:65 Pero ¡no, por tu Señor! No creerán hasta que te hayan hecho juez de su disputa; entonces, ya no encontrarán en sí mismos dificultad en aceptar tu decisión y se adherirán plenamente.

4:68 y les habríamos dirigido por una vía recta.

4:69 Quienes obedecen a Dios y al Enviado, están con los profetas, los veraces, los testigos y los justos a los que Dios ha agraciado. ¡Qué buena compañía!

4:78 . Di: «Todo viene de Dios».

4:81 ¡Apártate, pues, de ellos y confía en Dios! ¡Dios basta como protector!

4:84 Sólo de ti eres responsable.

4:85 Quien intercede de buena manera tendrá su parte y quien intercede de mala manera recibirá otro tanto. Dios vela por todo.
4:86 Si os saludan, saludad con un saludo aún mejor, o devolvedlo igual. Dios tiene todo en cuenta.

4:91 Hallaréis a otros que desean vivir en paz con vosotros y con su propia gente.

4:104 Vosotros esperáis de Dios lo que ellos no esperan.

4:106 ¡Pide perdón a Dios! Dios es indulgente, misericordioso.

4:107 ¡No discutas defendiendo a los que obran deslealmente consigo mismos! Dios no ama al que es traidor contumaz, pecador.

4:108 Se esconden de los hombres, pero no pueden esconderse de Dios, Que está presente cuando traman de noche algo que no Le satisface. Dios abarca todo lo que hacen.

4:110. Quien obra mal o es injusto consigo mismo, si luego pide perdón a Dios, encontrará a Dios indulgente, misericordioso.

4:112. Quien comete una falta o un pecado y acusa de ello a un inocente, carga con una infamia y con un pecado manifiesto
.
4:113 El favor de Dios en ti es inmenso.

4:114. En muchos de sus conciliábulos no hay bien, salvo cuando uno ordena la limosna, lo reconocido como bueno o la reconciliación entre los hombres. A quien haga esto por deseo de agradar a Dios, le daremos una magnífica recompensa.

4:115 A quien se separe del Enviado después de habérsele manifestado claramente la Dirección y siga un camino diferente del de los creyentes, le abandonaremos en la medida que él abandone.

4:119 Quien tome como amigo al Demonio, en lugar de tomar a Dios, está manifiestamente perdido.

4:123 Quien obre mal será retribuido por ello y no encontrará, fuera de Dios, amigo ni auxiliar.

4:125 ¿Quién es mejor, tocante a religión, que quien se somete a Dios, hace el bien y sigue la religión de Abraham, que fue hanif? Dios tomó a Abraham como amigo.

4:128 El ánimo es propenso a la codicia, pero si hacéis bien a otros y teméis a Dios,... Dios está bien informado de lo que hacéis.
4:130 Si se separan, Dios enriquecerá a cada uno con Su abundancia. Dios es inmenso, sabio.

4:135. ¡Creyentes! Sed íntegros en la equidad, cuando depongáis como testigos de Dios, aun en contra vuestra, o de vuestros padres o parientes más cercanos. Lo mismo si es rico que si es pobre, Dios está más cerca de él. No sigáis la pasión faltando a la justicia. Si levantáis falso testimonio u os zafáis,... Dios está bien informado de lo que hacéis.

4:139 El poder pertenece en su totalidad a Dios.

4:141 Están a la expectativa, a ver cómo os va. Cuando tenéis éxito con la ayuda de Dios,

4:149 Que divulguéis un bien o lo ocultéis, que perdonéis un agravio... Dios es perdonador, poderoso.

4:154 Levantamos la montaña por encima de ellos en señal de pacto con ellos y les dijimos: «¡Prosternaos al entrar por la puerta!» Y les dijimos: «¡No violéis el sábado!» Y concertamos con ellos un pacto solemne.

4:156 ...por su incredulidad por haber proferido contra María una enorme calumnia,

4:157 Y por haber dicho: «Hemos dado muerte al Ungido, Jesús, hijo de María, el enviado de Dios», siendo así que no le mataron ni le crucificaron, sino que les pareció así. Los que discrepan acerca de él, dudan. No tienen conocimiento de él, no siguen más que conjeturas. Pero, ciertamente no le mataron,

4:158 sino que Dios lo elevó a Sí. Dios es poderoso, sabio.

4:163 Te hemos hecho una revelación, como hicimos una revelación a Noé y a los profetas que le siguieron. Hicimos una revelación a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, las tribus, Jesús, Job, Jonás, Aarón y Salomón. Y dimos a David Salmos.

4:171 ¡Gente de la Escritura! ¡No exageréis en vuestra religión! ¡No digáis de Dios sino la verdad: que el Ungido, Jesús, hijo de María, es solamente el enviado de Dios y Su Palabra, que Él ha comunicado a María, y un espíritu que procede de Él! ¡Creed, pues, en Dios y en Sus enviados! ¡No digáis ‘Tres'! ¡Basta ya, será mejor para vosotros! Dios es sólo un Dios Uno. ¡Gloria a Él! Tener un hijo... Suyo es lo que está en los cielos y en la tierra... ¡Dios basta como protector!


4:174 ¡Hombres! Os ha venido de vuestro Señor una prueba. Y os hemos hecho bajar una Luz manifiesta

Sentencias de Sabiduría en El Corán III


Del Sagrado Corán, se deriva una gran carga espiritual y emocional para los
musulmanes por ser la Palabra de Dios, existe como todos sabemos, en su interior una faceta de formación del hombre, digamos “práctica” que es una auténtica guía de auto-ayuda y comportamiento para las situaciones que se nos presentan en la vida diaria.
Esta es una humilde selección, posiblemente ni están todas las referencias que son, ni son todas las que están, pero en estas Aleyas o partes especificas de las mismas,  Dios nos guía, sin duda, a convertirnos en mejores personas.
La exposición de hoy corresponde a la Sura Tres.  En ella encontramos a modo de flashes y “entre líneas” un compendio de normas de vida, y una clara exhortación a :
Dejar a un lado la ambición y confiar en la Divina Providencia, tener confianza en que nuestras invocaciones son escuchadas, amar la verdad, cumplir con nuestros compromisos y promesas, ser desprendidos con los bienes y compartir con los demás, a tener esperanza y confianza, prevenirnos contra los envidiosos, emplearnos en buscar la virtud,  mostrar una actitud valiente frente a la vida, a ser tenaces,  a no desear la muerte antes de tiempo a ser valientes, a aprender a escuchar pero al mismo tiempo emplear nuestra razón y remitirnos a Dios en nuestros actos y a todas ellas añadir las que sin duda encontrará cada persona individualmente. En resumen, a ser un poco pequeños maestros y difundir con nuestro conocimiento  y ejemplo la obra de Dios
El texto de referencia es la versión castellana de Julio Cortés, que no deja ser ser una aproximación, como todas las traducciones del Corán.
En el Nombre de Dios, el Compasivo el Misericordioso
110. Sois la mejor comunidad humana que jamás se haya suscitado: ordenáis lo que está bien, prohibís lo que está mal y creéis en Dios.
De la Sura 3
Al-‘Imran (La Familia de Imran)
13. Dios fortalece con Su auxilio a quien Él quiere
14. El amor de lo apetecible aparece a los hombres engalanado: las mujeres, los hijos
varones, el oro y la plata por quintales colmados, los caballos de raza, los rebaños,
los campos de cultivo... Eso es breve disfrute de la vida de acá. Pero Dios tiene junto a Sí un bello lugar de retorno.
20. Si disputan contigo, di: «Yo me someto a Dios y lo mismo hacen quienes me siguen».
26. Di: «¡Oh, Dios, Dueño del dominio! Tú das el dominio a quien quieres y se lo retiras a quien quieres, exaltas a quien quieres y humillas a quien quieres. En Tu mano está el bien. Eres omnipotente.
27. Tú haces que la noche entre en el día y que el día entre en la noche. Tú sacas al vivo
del muerto y al muerto del vivo. Tú provees sin medida a quien quieres».
29. Di: «Lo mismo si escondéis lo que tenéis en vuestros pechos que si lo manifestáis, Dios lo conoce». Y conoce lo que está en los cielos y en la tierra. Dios es omnipotente.
30. El día que cada uno se encuentre frente al bien y el mal que ha hecho, deseará tener bien lejos ese día. Dios advierte que tengáis cuidado con Él. Dios es manso con Sus siervos
37. Dios provee sin medida a quien Él quiere»
38. Tú escuchas a quien Te invoca».
60. La Verdad viene de tu Señor. ¡No seas, pues, de los que dudan!
71. ¿Por qué disfrazáis la Verdad de falsedad y ocultáis la Verdad conociéndola?
73. «El favor está en la mano de Dios, Que lo dispensa a quien Él quiere». Dios es inmenso, omnisciente
74. Particulariza con Su misericordia a quien Él quiere. Dios es el Dueño del favor inmenso.
75. Entre la gente de la Escritura hay quien, si le confías un quintal, te lo devuelve y hay quien, si le confías un dinar, no te lo devuelve sino es atosigándole. Y esto es así porque dicen: «No tenemos por qué ser escrupulosos con los gentiles».
76. ¡Pues sí! Si uno cumple su promesa y teme a Dios,... Dios ama a quienes le temen.
77. Quienes malvenden la alianza con Dios y sus juramentos no tendrán parte en la otra vida.
79.«¡Sed maestros, puesto que enseñáis la Escritura y la estudiáis!»
86. Dios no dirige al pueblo impío.
92. No alcanzaréis la piedad auténtica mientras no gastéis algo de lo que amáis. Y Dios conoce bien cualquier cosa que gastáis.
101. Quien se aferre a Dios será dirigido a una vía recta.
103. Aferraos al pacto de Dios, todos juntos, sin dividiros. Recordad la gracia que Dios os dispensó cuando erais enemigos: reconcilió vuestros corazones y, por Su gracia, os
transformasteis en hermanos;
104. ¡Que constituyáis una comunidad que llame al bien, ordenando lo que está bien y
prohibiendo lo que está mal! Quienes obren así serán los que prosperen.
110. Sois la mejor comunidad humana que jamás se haya suscitado: ordenáis lo que está bien, prohibís lo que está mal y creéis en Dios.
114. creen en Dios y en el último Día, ordenan lo que está bien, prohíben lo que está mal y rivalizan en buenas obras. Esos tales son de los justos.
115. No se les desagradecerá el bien que hagan. Dios conoce bien a los que Le temen.
118. ¡Creyentes! No intiméis con nadie ajeno a vuestra comunidad. Si no, no dejarán de dañaros. Desearían vuestra ruina
119. Vosotros, bien que les amáis, pero ellos no os aman.
120. Si os sucede un bien, les duele; si os hiere un mal, se alegran. Pero, si tenéis
paciencia y teméis a Dios, sus artimañas no os harán ningún daño. Dios abarca todo lo que hacen
124. Cuando decías a los creyentes: «¿No os basta que vuestro Señor os refuerce con tres mil ángeles enviados abajo?
125. ¡Pues sí! Si tenéis paciencia y teméis a Dios, si os acometen así de súbito, vuestro
Señor os reforzará con cinco mil ángeles provistos de distintivos».
126. La victoria no viene sino de Dios, el Poderoso, el Sabio-,
129. De Dios es lo que está en los cielos y en la tierra. Perdona a quien Él quiere y castiga a quien Él quiere. Dios es indulgente, misericordioso.
130. ¡Creyentes! ¡No usureéis, doblando una y otra vez! ¡Y temed a Dios! Quizás, así,
prosperéis
134. que dan limosna tanto en la prosperidad como en la adversidad, reprimen la ira,
perdonan a los hombres -Dios ama a quienes hacen el bien-,
135. que, si cometen una indecencia o son injustos consigo mismos, recuerdan a Dios,
piden perdón por sus pecados -¿y quién puede perdonar los pecados sino Dios?- y no
reinciden a sabiendas!
139. ¡No os desaniméis ni estéis tristes, ya que seréis vosotros quienes ganen! Si es que sois creyentes...
140. Si sufrís una herida, otros han sufrido una herida semejante. Nosotros hacemos alternar esos días entre los hombres para que reconozca Dios a quienes crean y tome
testigos de entre vosotros -Dios no ama a los impíos-,
142. O ¿creéis que vais a entrar en el Jardín sin que Dios haya sabido quiénes de vosotros han combatido y quiénes han tenido paciencia?
143. Sí, deseabais la muerte antes de encontrarla. Ya la habéis visto, pues, con
vuestros propios ojos.
144. Quien se vuelva atrás no causará ningún daño A Dios. Y Dios retribuirá a los agradecidos.
145. Nadie puede morir sino con permiso De Dios y según el plazo fijado.
146.Dios ama a los tenaces.
147. No decían más que: «¡Señor! ¡Perdónanos nuestros pecados y los excesos
que hemos cometido! ¡Afirma nuestros pasos!
148.Dios ama a quienes hacen el bien.
150. ¡No! Dios es vuestro Protector y el Mejor de los auxiliares.
153. Os atribulaba una y otra vez para que no estuvierais tristes por lo que se os
había escapado ni por lo que os había ocurrido. Dios está bien informado de lo que
hacéis.
154. Luego, pasada la tribulación, hizo descender sobre vosotros seguridad
154. Otros, en cambio, preocupados tan sólo por su suerte y pensando de Dios equivocadamente, a la manera de los paganos, decían: «¿Tenemos nosotros algo que ver con esto?» Di: «Todo está en manos De Dios». Ocultan para sí lo que no te manifiestan.
154. Di: «También, si os hubierais quedado en casa, la muerte habría sorprendido
en sus lechos a aquéllos de quienes estaba ya escrita.
154.Dios sabe bien lo que encierran los pechos»
156. ¡Creyentes! ¡No seáis como quienes no creen y dicen de sus hermanos que están de viaje o de incursión: «Si se hubieran quedado con nosotros, no habrían muerto o no les habrían matado»! ¡Haga Dios que les pese esto en sus corazones! Dios da la vida y dala muerte. Dios ve bien lo que hacéis.
159.consúltales sobre el asunto! Pero cuando hayas tomado una decisión, confía en
Dios. Dios ama a los que confían en Él.
160. Si Dios os auxilia, no habrá nadie que pueda venceros. Pero, si os abandona, ¿quién podrá auxiliaros fuera de Él? ¡Que los creyentes confíen en Dios!
161.Quien defraude llevará lo defraudado el día de la Resurrección. Luego, cada uno
recibirá su merecido. Y no serán tratados injustamente.
165. ¿Cómo, cuando os sobreviene una desgracia, después de haber infligido el doble
de aquélla, decís aún: «¿De dónde viene esto?» Di: «De vosotros mismos». Dios es
omnipotente.
167. Dicen con la boca lo que no tienen en el corazón. Pero Dios sabe bien lo que ocultan.
171. Dios no deja de remunerar a los creyentes.
172. A quienes escucharon a Dios y al Enviado, luego de la herida recibida, a quienes, entre ellos, hicieron el bien y temieron a Dios, se les reserva una magnífica recompensa.
173. A aquéllos a quienes se dijo: «La gente se ha agrupado contra vosotros, ¡tenedles
miedo!», esto les aumentó la fe y dijeron: «Dios nos basta! ¡Es un protector excelente!»
174. Y regresaron por una gracia y favor de Dios, sin sufrir mal. Buscaron la satisfacción de Dios. Y Dios es el Dueño del favor inmenso.
175. Así es el Demonio: hace tener miedo de sus amigos. Pero, si sois creyentes, no tengáis miedo de ellos, sino de Mí.
182. Esto es lo que vuestras obras han merecido, que Dios no es injusto con Sus
siervos».
185. Cada uno gustará la muerte, pero no recibiréis vuestra recompensa íntegra hasta el día de la Resurrección.
187. Cuando Dios concertó un pacto con los que habían recibido la Escritura: «Tenéis que explicársela a los hombres, no se la ocultéis».
191.«¡Señor! No has creado todo esto en vano ¡Gloria a Ti! ¡Presérvanos del castigo del Fuego!».
195. Su Señor escuchó su plegaria: «No dejaré que se pierda obra de ninguno de vosotros, lo mismo si es varón que si es hembra, que habéis salido los unos de los otros.
200. ¡Creyentes! ¡Tened paciencia, rivalizad en ella! ¡Sed firmes! ¡Temed a Dios! Quizás así, prosperéis.

jueves, 5 de febrero de 2015

Baltasar Gracian - Aforismos de sabiduría

Baltasar Gracián 1601 - 1658

Genio e ingenio
Aseguran el brillar, por lo dichoso y lo lucido, a todo el resto de prendas. 

Del señorío en el decir y en el hacer 
La más ventajosa superioridad es la que se apoya en la adecuada noticia de las cosas, del continuo manejo de los empleos.

Hombre de espera
Jamás apresurarse ni apasionarse

De la galantería
Gallardía del espíritu

Hombre de plausibles noticias
Cierta sabiduría cortesana, una conversable sabrosa erudición, que los hace bien recibidos en todas partes, y aun buscados de la eterna curiosidad. 

No sea desigual
Hoy  lisonjea lo que mañana abomina,

 El hombre de todas horas
El varón de todos ratos es señor de todos los gustos y es buscado de todos los discretos. Hizo la naturaleza al hombre un compendio de todo lo natural;haga lo mismo el arte de todo lo moral.

El buen entendedor
 Yo diría que, a pocas palabras, buen entendedor. Y no sólo a palabras, al semblante, que es la puerta del alma, sobrescrito del corazón.

No estar siempre de burlas
Es muy seria la prudencia, y la gravedad concilia veneración; de dos extremos, más seguro es el genio majestuoso. El que siempre está de burlas nunca es hombre de veras.

Hombre de buena elección
Todo el saber humano (si en opinión de Sócrates hay quien sepa) se reduce hoy al acierto de una sabia elección. Extremada elección la de la abeja, y qué mal gusto el de una mosca, pues en un mismo jardín solicita aquélla la fragancia y ésta la hediondez.

No ser malilla (No envanecerse)
Ésta es la ordinaria carcoma de las cosas muy plausibles en todo género de eminencia, que, naciendo de su mismo crédito y cebándose en su misma ostentación, viene a derribar y aun a abatir la más empinada grandeza. Al paso que un varón excelente, ya en valor, ya en saber, o sea en entereza, o sea en prudencia, se retira, se hace codiciable, porque él a detenerse, y todos a desearle con mayor crédito y aun felicidad. Toda templanza es saludable, y más de apariencia, que conserva la vida a la reputación.

Hombre de buen dejo. (saber abandonar a tiempo)
Gran regla de comenzar y de acabar dio el romano cuando dijo que todas las dignidades y los cargos los había conseguido antes de desearlos, y todos los había dejado antes que otros los deseasen.
Tienen algunos muy felices los principios en todo, y aun plausibles; entran en un cargo con aceptación, llegan a un puesto con aplauso; comienzan una amistad con favor; todo comenzar es con felicidad. Pero suelen tener estos tales comúnmente muy trágicos los fines, y los dejos muy amargos; quédase para la postre toda la infelicidad, como en vaso de purga la amargura. 

Hombre de ostentación
La alabanza en boca propia es el más cierto vituperio; siempre los que merecen más hablan de sí menos.
»Siempre fue vulgar la ostentación, nace del desvanecimiento. Solicita la aversión, y con los cuerdos está muy desacreditada. El grave retiro, el prudente encogimiento, el discreto recato, viven a lo seguro, contentándose con satisfacerse a sí mismos; no se pagan de engañosas apariencias, ni las venden. Bástase a sí misma la realidad, no necesita de extrínsecos engañados aplausos; y, en una palabra, tú eres el símbolo de las riquezas, no es cordura, sino peligro, el publicarlas».  

No rendirse al humor
Una gran capacidad no se rinde a la vulgar alternación de los humores, ni aun de los afectos; siempre se mantiene superior a tan material destemplanza. Es efecto grande de la prudencia de reflexión sobre sí, un reconocer su actual disposición, que es un proceder como señor de su ánimo.
Gran superioridad de caudal arguye prevenir su humor y corregirlo.

Tener buenos repentes 
Si a todo acierto se le debe estimación, a los repentinos, aplauso; doblan la eminencia por lo pronto y por lo feliz. Piensan mucho algunos para errarlo todo después, y otros lo aciertan todo sin pensarlo antes. Suple la vivacidad del ingenio la profundidad del juicio, y previene el ofrecimiento a la consultación. No hay acasos para éstos, que la lealtad de su prontitud sustituye a la providencia. 


Contra la figurería
 A los unos los hace aborrecibles, y aun intratables, esta enfadosa afectación, que todos los cuerdos la silban, así a otros los hace singulares el no querer serlo y menos parecerlo.
Nunca se ha de dar materia de risa, ni a un niño, cuánto menos a los varones cuerdos y juiciosos, y hay muchos que parece que ponen todo su cuidado en dar que reír, y que estudian cómo dar entretenimiento a las hablillas. El día que no salen con alguna ridícula singularidad lo tienen por vacío.
Hay algunos que parece que les calzó la naturaleza el gusto y el ingenio al revés,

El hombre en su punto
No conduce la naturaleza, aunque tan próvida, sus obras a la perfección el primer día, ni tampoco la industriosa arte; vanlas cada día adelantando, hasta darles su complemento. Sin duda que esto mismo sucede en los hombres, que no de repente se hallan hechos. Vanse cada día perfeccionando, al paso que en lo natural en lo moral, hasta llegar al deseado complemento de la sindéresis, a la sazón del gusto y a la perfección de una consumada virilidad

De la cultura y aliño
»Frustrada quedaría lastimosamente la buena elección de las cosas si después las malograse un bárbaro desaseo, y es lástima que lo que merecieron por excelentes y selectas lo pierdan por una barbaria inculta. Cansose en balde la invención sublime de los conceptos, la sutileza en los discursos, la estudiosidad en la varia y selecta erudición, si después lo desazona todo un tosco desaliño.

 Hombre juicioso y notante
 Un buen discurso propio es la llave maestra del corazón ajeno. Todo grande hombre fue juicioso, así como todo juicioso fue grande, que realces en la misma superioridad de entendido son extremos del ánimo. Bueno es ser noticioso, pero no basta; es menester ser juicioso; un eminente crítico vale primero en sí, y después da su valor a cada cosa; califica los objetos y gradúa los sujetos; no lo admira todo ni lo desprecia todo; señala, sí, su estimación a cada cosa.

Contra la hazañería
Fue necio siempre todo desvanecimiento, mas la jactancia es intolerable. Los varones cuerdos aspiran antes a ser grandes que a parecerlo .Hacen muy del hacendado los que menos tienen, porque andan a caza de ocasiones y las exageran; ya que las cosas valen menos que nada, ellos las encarecen. Todo lo hacen misterio con ponderación, y de cualquier poquedad hacen asombro. Todas sus cosas son las primeras del mundo y todas sus acciones hazañas, su vida toda es portentos, y sus sucesos, milagros de la fortuna y asuntos de la fama. No hay cosa en ellos ordinaria; todas son singularidades del valor, del saber y de la dicha, camaleones del aplauso, dando a todos hartazgos de risa.

Diligente e inteligente
Tanto necesita la diligencia de la inteligencia como al contrario. La una sin la otra valen poco, y juntas pueden mucho. Ésta ejecuta pronta lo que aquélla, detenida, medita, y corona una diligente ejecución los aciertos de una bienintencionada atención. 

Del modo y agrado
Fuerte es la verdad, valiente la razón, poderosa la justicia; pero sin un buen modo todo se desluce, así como con él todo se adelanta. Cualquiera falta suple, aun las de la razón; los mismos yerros dora, las fealdades afeita, desmiente los desaires y todo lo disimula. 
El saber las cosas y no obrarlas, no es ser filósofo, sino gramático. 

Arte para ser dichoso
Tiene la mentida Fortuna muchos quejosos y ningún agradecido. Llega este descontento hasta las bestias, pero ¿a quién mejor? El más quejoso de todos es el más simple. Íbase un burro quejando de corrillo en corrillo, y hallaba, no sólo compasión, pero aplauso, especialmente en el vulgo, ante lo cual intervino la Fortuna: «Infeliz bruto, nunca vos fuerais tan desgraciado, si fuerais más avisado. Andad, y procurad ser de hoy en adelante despierto como el León, prudente como el Elefante, astuto como la Vulpeja y cauto como el Lobo. Disponed bien de los medios, y conseguiréis vuestros intentos; y desengáñense todos los mortales, dijo alzando la voz, que no hay más dicha ni más desdicha que prudencia o imprudencia».

Corona de la discreción 
 Llamola Séneca el único bien del hombre; Aristóteles, su perfección; Salustio, blasón inmortal; Cicerón, causa de la dicha; Apuleyo, semejanza de la divinidad; Sófocles, perpetua y constante riqueza; Eurípides, moneda escondida; Sócrates, basa de la fortuna; Virgilio, hermosura del alma; Catón, fundamento de la autoridad. Llevándola a ella sola, llevaba todo el bien Biante; Isócrates la tuvo por su posesión; Menandro, por su escudo; y por su mejor aljaba, Horacio; Valerio Máximo no la halló precio; Plauto la hizo premio de sí misma, y el plausible César la llamó fin de las demás, y yo, en una palabra, la entereza».

Culta repartición de la vida de un discreto

Mide su vida el sabio como el que ha de vivir poco y mucho. La vida sin estancias es camino largo sin mesones, pues ¡qué si se ha de pasar en compañía de Heráclito! La misma naturaleza, atenta, proporcionó el vivir del hombre con el caminar del sol, las estaciones del año con las de la vida, y los cuatro tiempos de aquél con las cuatro edades de ésta. Comienza la Primavera en la niñez alegre, tiernas flores en esperanzas frágiles. Síguese el Estío caluroso y destemplado de la mocedad, de todas maneras peligroso, por lo ardiente de la sangre y tempestuoso de las pasiones. Entra después el deseado Otoño de la varonil edad, coronado de sazonados frutos, en dictámenes, en sentencias y en aciertos. Acaba con todo el Invierno helado de la vejez: cáense las hojas de los bríos, blanquea la nieve de las canas, hiélanse los arroyos de las venas, todo se desnuda de dientes y de cabellos, y tiembla la vida de su cercana muerte. De esta suerte alternó la naturaleza las edades y los tiempos.
 Importa mucho la prudente reflexión sobre las cosas, porque lo que de primera instancia se pasó de vuelo, después se alcanza a la revista. Hace noticiosos el ver, pero el contemplar hace sabios. Peregrinaron todos aquellos antiguos filósofos discurriendo primero con los pies y con la vista, para discurrir después con la inteligencia, con la cual fueron tan raros. Es corona de la discreción el saber filosofar, sacando de todo, como solícita abeja, o la miel del gustoso provecho o la cera para la luz del desengaño.

Baltasar Gracián.