miércoles, 4 de mayo de 2016

Kubla Khan - Samuel Taylor Coleridge - traduc.castellano Francisco López-



Samuel Taylor Coleridge 1772-1834
Poeta - Crítico literario - Filosofo.

Fundador del movimiento literario romántico en Inglaterra, influenciado por Shakespeare, Kant y sobre todo por Milton. Su obra más popular sin duda es Kubla Khan que constituye solo un fragmento de una obra que en su planteamiento original era más extensa y que por tanto está inacabada.
Mucho se habla de esta composición que pocos han leído y aún menos entendido. Escrita empleando la técnica "Blank Verse" en ella, muchos han visto un canto a la naturaleza por la descripción de irreales y fantásticos paisajes al estilo de Dante en la Divina Comedia o de Milton en su Paraíso Perdido, también a las artes y ciencias, a la arquitectura, a la guerra, o al folclore. Son notables las referencias en su obra al verdor, al hielo, a los árboles y a la tierra, que, como muestra, pueden confirmarse en los últimos 10 versos del poema "Frost at Midnight" que, como anexo, se transcriben al final de esta traducción.
Regresando a Kubla Khan, hay mucho más en el poema que un canto a la naturaleza se percibe un gran respeto del autor hacia lo sagrado, cuyo termino se repite varias veces y quizás por ello no emplea el número 10 al describir la superficie como: "2 veces cinco millas de suelo fértil" por considerarse en la Biblia el 10 un número Sagrado y en contraposición por lo diabólico, por la búsqueda del placer y por la destrucción que este acarrea, representado aquí por las cavernas de hielo, por la destrucción de la cúpula y por el destino del río que sería la representación de la vida que transcurre en forma de laberinto y cuya suerte final es la caída en un océano sin sol, es decir una representación poética de la oscuridad, lo que no es óbice para volver a desear el placer tras la destrucción, deseando eso sí, reconstruir la cúpula no en la tierra física, rodeada de murallas y torres, sino en el aire. en el que por cierto no estaría el río de la vida pero si las cavernas de hielo, finalmente el protagonista invitando a vivir la experiencia y los invitados cautelosamente rechazando con un "Cuidado, Cuidado" que sea inmovilizado por tres veces  pero reconociendo que bebió y disfrutó de los placeres de ese paraíso "prohibido".

1 En Xanadu Kublai Khan
2 decretó una majestuosa cúpula del placer:
3 Por ella corría Alph, el río sagrado
4 Que atravesando cavernas inmensurables
5 Caía a un mar sin sol.

6 Así dos veces cinco millas de suelo fértil
7 Fueron rodeadas por murallas y torres:
8 Y había sinuosos arroyuelos y luminosos jardines,
9 Donde florecían muchos árboles de incienso;
10 Y había bosques tan antiguos como las colinas,
11Que albergaban lugares de soleado verdor.

12 Pero oh! Ese profundo y romántico precipicio que se inclinaba
13 a través de la verde colina cubierta de cedros!
14 Un lugar salvaje! Tan sagrado y encantado
15 Como nunca lo hubo embrujado bajo la luna menguante
16 Por mujer lamentándose por su diabólico amante!

17 Y desde este abismo con un incesante e hirviente estruendo,
18 Como si esta tierra estuviera respirando en rápidos y agitados jadeos,
19 Una poderosa fuente fue forzada por un momento:
20 Entre cuyas repentinas y medio intermitentes explosiones
21 Emanaban enormes fragmentos de bóveda como granizo que rebota,
22 O como el grano desperdiciado bajo el mayal del trillador:
23 Y en medio de esas rocas danzantes una vez y siempre
24 Se mostraba por momentos el río sagrado.
25 Cinco millas errando en un movimiento laberíntico
26 El río sagrado atravesaba el bosque y el valle,
27 Después alcanzaba las cavernas inmensurables para el hombre,
28 y en cascada se hundía en un océano sin vida:

29 Y en medio de esta turbación Kubla escuchó a lo lejos
30 Voces ancestrales profetizando guerra!
31 La sombra de la cúpula del placer
32 Flotaba a medio camino sobre las olas;
33 Donde se escuchaban mezclados los compases
34 De la cascada y las cavernas.

35 Era un milagro de rara factura,
36 Una soleada Cúpula de Placer con cavernas de hielo!

37 A una damisela con un salterio
38 En una visión una vez yo vi:
39 Era una doncella abisinia,
40 Que tocando su salterio
41 Cantaba al monte Abora.
42 Si pudiera yo revivir dentro de mí
43 Su sinfonía y su canción,
44 A tan profundo deleite me rendiría,
45 Que con música estridente y prolongada,
46 Yo construiría esa cúpula en el aire,
47 Esa soleada cúpula! aquellas cavernas de hielo!
48 Y todos los que escucharon deberían verlas allí,
49 Y todos gritarían, Cuidado, Cuidado!
50 Sus ojos brillando, su pelo flotando!
51Trenzar un triple círculo alrededor de él,
52 Y cierra tus ojos con sagrado horror
53 Porque el se ha alimentado de néctar de miel.
54 Y bebido la leche del Paraíso.

Original
1 In Xanadu did Kubla Khan
2 A stately pleasure-dome decree:
3 Where Alph, the sacred river, ran
4 Through caverns measureless to man
5 Down to a sunless sea.
6 So twice five miles of fertile ground
7 With walls and towers were girdled round:
8 And there were gardens bright with sinuous rills,
9 Where blossomed many an incense-bearing tree;
10 And here were forests ancient as the hills,
11 Enfolding sunny spots of greenery.
12 But oh! that deep romantic chasm which slanted
13 Down the green hill athwart a cedarn cover!
14 A savage place! as holy and enchanted
15 As e'er beneath a waning moon was haunted
16 By woman wailing for her demon-lover!
17 And from this chasm, with ceaseless turmoil
seething,
18 As if this earth in fast thick pants were breathing,
19 A mighty fountain momently was forced:
20 Amid whose swift half-intermitted burst
21 Huge fragments vaulted like rebounding hail,
22 Or chaffy grain beneath the thresher's flail:
23 And 'mid these dancing rocks at once and ever
24 It flung up momently the sacred river.
25 Five miles meandering with a mazy motion
26 Through wood and dale the sacred river ran,
27 Then reached the caverns measureless to man,
28 And sank in tumult to a lifeless ocean:
29 And 'mid this tumult Kubla heard from far
30 Ancestral voices prophesying war!
31 The shadow of the dome of pleasure
32 Floated midway on the waves;
33 Where was heard the mingled measure
34 From the fountain and the caves.
35 It was a miracle of rare device,
36 A sunny pleasure-dome with caves of ice!
37 A damsel with a dulcimer
38 In a vision once I saw:
39 It was an Abyssinian maid,
40 And on her dulcimer she played,
41 Singing of Mount Abora.
42 Could I revive within me
43 Her symphony and song,
44 To such a deep delight 'twould win me,
45 That with music loud and long,
46 I would build that dome in air,
47 That sunny dome! those caves of ice!
48 And all who heard should see them there,
49 And all should cry, Beware! Beware!
50 His flashing eyes, his floating hair!
51 Weave a circle round him thrice,
52 And close your eyes with holy dread,
53 For he on honey-dew hath fed,
54 And drunk the milk of Paradise.


Frost at Midnight  
The last ten lines of "Frost at Midnight" were chosen by Harper as the "best example of the peculiar kind of blank verse Coleridge had evolved, as natural-seeming as prose, but as exquisitely artistic as the most complicated sonnet." The speaker of the poem is addressing his infant son, asleep by his side:
Therefore all seasons shall be sweet to thee,
Whether the summer clothe the general earth
With greenness, or the redbreast sit and sing
Betwixt the tufts of snow on the bare branch
Of mossy apple-tree, while the nigh thatch
Smokes in the sun-thaw; whether the eave-drops fall
Heard only in the trances of the blast,
Or if the secret ministry of frost
Shall hang them up in silent icicles,
Quietly shining to the quiet Moon.