martes, 3 de abril de 2018

Epopeya de Gilgamesh – Versión Ninivita – Los hombres escorpión -




Comentario

La Epopeya de Gilgamesh, forma parte del patrimonio universal cultural. Hacia 2,650 a.C.
Gilgamesh rey de Uruk es divinizado tras su muerte y entra en la leyenda. En 2330 a 2000 a.C. Durante el primer imperio semita y la tercera dinastía de Ur se ponen por escrito en tablillas las leyendas sumerias de Gilgamesh.

En 1750 – 1600 a.C. durante el reinado de Hammurabi se completa la versión antigua de la Epopeya y es entre 1600 – 1000 a.C.cuando la epopeya se difunde en diversas presentaciones y versiones.

El siguiente fragmento pertenece a una de las tablillas de arcilla menos deterioradas, la número IX que ha permitido casi por completo su restauración y encajar con cierta exactitud las palabras que faltaban y por tanto, puede determinarse con bastante exactitud la maravillosa sensibilidad a la hora de describir tanto escenarios como emociones.

A pesar de la brevedad del relato, es mucha la enseñanza que puede obtenerse. En primer lugar el empeño del hombre, sea héroe, rey o vulgar ser humano en escapar de su condición y alcanzar un estado superior, en el cual mantendría su identidad física pero sólo con sus mejores cualidades, en segundo, ese estado superior sería algo que le ofrecería seguridad eterna y por tanto riquezas, tercero ya en aquellos tiempos se asociaba ese estado con un "Jardín" que las posteriores religiones adoptarían en forma de “Paraíso” o lugar de gratificación plena, en el que se hallarían compensaciones ilimitadas a los sufrimientos de los mortales en la tierra. No obstante, ya se nos advierte en el contenido de la tablilla que no es camino fácil llegar al Jardín y que antes hay que atravesar una etapa de profunda oscuridad. Puedes desistir o seguir adelante. En este caso a través de la personalidad de Gilgamesh, el valeroso héroe, se nos invita a seguir, a pesar de las advertencias de El Hombre-Escorpión para, después, de proezas sobrehumanas llegar a ese Jardín de las delicias o Paraíso.
Finalmente muchas evidencias tan antiguas como estas tablillas nos hacen confirmar que el origen de las religiones monoteístas tiene su origen en Ur de Caldea la tierra de Abraham.


Fragmento de la Tablilla IX Gilgamesh a la búsqueda de la vida sin final Episodio de Los Montes Gemelos

Los Hombres-Escorpión

11:1 El nombre de esta montaña era Los Gemelos
cuando llegó a Los Montes Gemelos,
que protegen cada día
el itinerario del Sol,
Cuyas cimas
tocan la boveda celeste
y cuyos pies abajo
alcanzan al Infierno,
Su entrada la defendían unos Hombres-Escorpión.
Inspiraban ellos un impotente terror.
Su sola visión era la Muerte
su espantoso brillo sobrenatural
cubría estas montañas;
Sólo estaban allí para proteger
El itinerario del Sol.

Gilgamesh avanza hacia ellos

En cuanto les vio,
el miedo y el espanto
cubrieron el rostro de Gilgamesh.
Pero recobrando el ánimo,
se acercó a su encuentro-

Ellos le interrogan

Y el Hombres-Escorpión
Le gritó a su Hembra:
“Ese que viene hacia nosotros,
su persona tiene algo de sobrenatural”
Y su Hembra le contestó:
“Es en dos tercios dios
y hombre en un tercio”
Entonces, el Hombre-escorpión,
gritando,
dirigió la palabra
al vástago de los dioses:
¿Por qué has recorrido
un camino tan largo?
¿Por qué has venido a nosotros?
Tras haber cruzado unas montañas
tan difíciles de franquear?
Quiero saber las razones de tu viaje

    - En este punto hay unas 30 lineas de conversación perdidas -
    Fin de la respuesta de Gilgamesh

Para encontrar
a Utanapishtî el venerable,
El cual, admitido en el gran Consejo de los dioses
ha obtenido la vida sin final
Quiero interrogarle
Sobre la Muerte y la Vida,
El Hombre-escorpión, abriendo entonces la boca
y tomando la palabra,
le habló a Gilgamesh:
Todavía no ha habido nadie
que haya recorrido este camino
ninguno ha entrado
en el desfiladero de estos Montes.
Durante ciento veinte bêru* (Bêru= a 10KM)
allí reinan las tinieblas,
Profunda es la oscuridad
Sin la menor luz
por el lado por donde sale el Sol
Por donde el Sol penetra
Por donde él penetra.


    En este punto hay unas 60 lineas de conversación perdidas en las que se puede afirmar que son una continuación de la conversación anterior en la que el Hombre-Escorpión, sigue intentando disuadir a Gilgamesh de su aventura.

Gilgamesh no obstante sigue decidido a proseguir su camino

Por la desesperación de mi corazón
pese a las heladas y a la canícula.
A pesar de las fatigas,
En este momento iré hasta el final-4
El Hombre-escorpión
Le respondió entonces
Le dijo a Gilgamesh el rey:
Está bien ¡Adelante Gilgamesh!
Penetra en el interior de Los Montes Gemelos,
atraviesa hasta allí montes y montañas
¡Que tus pasos te conduzcan al objetivo sano y salvo!
La Gran Puerta de estos Montes
está abierta ante ti
Cuando Gilgamesh escuchó la invitación
animado por las palabras del Hombre-escorpión
Tomó el camino del Sol
Cuando hubo recorrido 10 bêru
profunda era la oscuridad
sin la menor luz,
No podía ver nada ni delante ni detrás.*

Nota: A continuación viene una especie de letanía en la que se repite el mismo texto cada 10 bêru de recorrido hasta llegar a 80 bêru

Cuando hubo recorrido
ochenta bêru se echó a llorar.
Profunda era la oscuridad,
sin la menor luz,
no podía ver nada ni delante ni detrás.

Cuando hubo recorrido noventa bêru
sintió un viento frío.
Su rostro se alegró
Profunda era la oscuridad
sin la menor luz,
no podía ver nada ni delante ni detrás.

Cuando hubo recorrido cien bêru
Notó la cercanía de algo.
Cuando hubo recorrido ciento diez bêru
Apareció un rayo de sol.

Cuando hubo recorrido ciento veinte bêru
¡Se hizo la plena luz del día!

El jardín de las Piedras Preciosas

Se acercó entonces
al espectáculo del Jardín
de los Árboles con Piedras Preciosas
El árbol de la Cornalina tenía sus frutos
en racimos suspendidos
¡Fascinantes de contemplar!
El árbol del Lapislazuli
desplegaba su follaje
Cargado de frutos:
Alegre de ver.

En este punto hay unas 25 lineas de conversación perdidas en las que se puede afirmar que la descripción de este jardín maravilloso continuaba para a continuación retomar en:

Cedro Del cual (¿el tronco?)
era de piedra blanca jaspeada de negro. (¿marmol?)

El larushshu marítimo
estaba cargado de piedras sasû
La piedra an.za.gul.me
abundaba como las zarzas y espinas.
El Algarrobo
estaba adornado con piedras abashmu-verdes (¿esmeraldas?)
El ágata y la obsidiana
la turquesa.

La llegada a la meta

Y Gilgamesh iba y venía y entre estas maravillas
Alzó los ojos. 





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